Un día en la calle

Un día como cualquiera salí a caminar y me encontré con un señor mecánico, mientras hablaba con él pasó una chica y salieron todos del taller a chulear le, a decir piropos y todas aquellas letanías de albañiles que se dicen y hacen. Cuando vio que yo no dije nada ni hice nada me pregunta que porque no voltie a mirar y le dije “Que me gano con hacerlo?”, “Me hace mas hombre decirle algo?”, “Ella prospera con hacerla sentir incomoda?” — “Pienso que estamos mal educados y enseñados que el hacer eso nos hace mejores de acuerdo a lo nos dijeron de niños y lo que enseñamos a los que nos siguen”.

Luego me pregunta que educación recibí, le dije “Me enseñaron lo mismo que a Ud y a todos, que ha que gritar mas fuerte, que hay que insultar, que hay que golpear, que hay que tomar para ser hombre pero… nunca quise hacer caso de ello, salvo un par de ocasiones” Tampoco de niño me gustaron las imágenes y estatuas en la iglesia, las vi huecas y solo por eso dejé la iglesia tradicional. En todos lados nos enseñan cosas buenas, otras no tanto, otras cosas malas y otras cosas nunca las enseñan, siempre las ocultan para mostrar lo que a otros conviene.

Ya entrado en platica me cuenta que llegó a tener problemas con la cerveza y algo de violencia, que batalló un poco para salir y que siempre deseo saber un poco mas de la iglesia; le dije que para eso había venido Jesús a la tierra a mostrar aquello que los encargados de las Iglesias no hacían. Jesús sabía la necesidad de la gente de encontrarse con Dios y encontrar una solución a sus vidas, ciertamente caminando se encontró a un señor arriba de un árbol y Jesús le dijo “Hoy cenaré en tu casa”, luego voltie a verlo y le pregunte – ¿Que harías si el Señor Jesús te dijera quiero cenar en tu casa esta noche?, él mecánico se quedó sorprendido pero con un nudo en la garganta y dijo “es un privilegio” y yo le sumé “es un honor”.

El señor Jesús ya se fue pero dejó encargados de continuar su trabajo, eso se ha transmitido de generación en generación a los que lo siguen y este día en su representación el Señor Jesús le dice “quiero cenar en tu casa” a lo que dice “y como le hago?, No tengo nada arreglado”. No se preocupe, haga su cena normal y piense quien ira a cenar con Ud, es el invitado de honor y permita que Jesús entre en su casa.

Todo esto pasó en semana santa del 2019, ahora en Julio del 2020 este amigo hoy se ve con la cara brillante, refleja un cambio en su vida.

Lucas 19

5 Cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo, date prisa y desciende, porque hoy debo quedarme en tu casa.

6 Entonces él se apresuró a descender y le recibió con gozo.