Boanerges – Hijos del Trueno

De acuerdo a Lucas 3:17  a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, a quienes apellidó Boanerges, esto es, Hijos del trueno; Debido a su comportamiento, según los teólogos indican que eran tipos rudos, que no se alejarían de una confrontación. De hecho, incluso podrían haber esperado con ansias uno. Podrían ser muy agresivos. Y también podrían ser muy insensibles.

Estas confrontaciones aun suelen darse debido a que algunos aun no tienen la doctrina (Enseñanza) de Cristo; es decir, acudimos los sábados o domingos a la iglesia y leemos, nos presentan como se hacia en los tiempos de Cristo y solo hasta allí. Escasamente logramos ver el fondo de lo que Cristo estaba enseñando, aunque el lo dejo claro con la Parábola del Sembrador y la Semilla de mostaza. Muchas veces nos encajonamos en algunos puntos que son muy validos pero Cristo no dejó dicho que solo tu punto de vista es el válido, si no que lo que Dios padre quiere de nosotros.

En Lucas 9:52-54 vemos que hay personas que no quieren nada acerca de Cristo
52
Y envió mensajeros delante de El; y ellos fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. 53 Pero no le recibieron, porque sabían que había determinado ir a Jerusalén. 54 Al ver esto, sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo y los consuma?

Solo porque no te abren la puerta, porque no te escuchan, porque te hacen el feo, etc. indique que debes condenar a las personas a que les pase algo desagradable, si bien has tocado a la puerta y no se abre, quizás un día se abrirá y esto dependerá de tu punto de vista o testimonio, luego de tu comportamiento que refleje que has hecho un cambio en tu vida, o que tienes algo especial o diferente que otros que no te conocen lo notan. Si bien tu testimonio permitirá el cambio en otros pero no en todos es igual, es por eso que en la Viña del Señor hay de todo tipo de testimonios para que todos sean alcanzados.

Lucas 9:55 Pero El, volviéndose, los reprendió, y dijo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois,… 56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para destruir las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.

Entonces nuestra labor es alcanzar a todas las almas posibles para salvarlas y no condenarlas, ¿de que espíritu eres? ¿de Luz o del trueno?